Adiós al cargador del móvil
En un año llegará al mercado el primer sistema que promete acabar con la esclavitud del cable y el enchufe para «mantener con vida» a los teléfonos, las tabletas e incluso cualquier otro aparato, como la aspiradora o la lámpara. Gracias a la inducción magnética, se podría transferir energía de un punto a otro sin necesidad de emplear ningún tipo de cableado
Del mismo modo que Indiana Jones buscaba el «Arca perdida», los expertos en tecnología buscan el cargador perfecto: aquel que prescinda de cables, que acabe con las distinciones entre conectores y que se halle siempre disponible para el usuario. Un hecho que parece utópico, podría convertirse en poco tiempo en algo cotidiano en las rutinas diarias. Uno deja su dispositivo móvil sobre la mesilla u otro mueble del dormitorio, como acostumbra, y mientras duerme se llena la batería. O simplemente, a la vez que va haciendo las tareas del hogar o tirado en el sofá, el móvil recibe la energía que necesita. ¿Dónde está la clave?
Sencillo, gracias a la ley física de la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Con este principio por bandera, un grupo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) consiguió hace unos seis años transmitir energía eléctrica a través de campos magnéticos a una bombilla de 60 vatios, que consiguieron encender sin ningún otro aparato adicional. Marin Soljacic, del Departamento de Física del MIT, fue entonces uno de los responsables de los buenos resultados del experimento. «Nosotros llevamos a cabo los estudios de laboratorio para probar este fundamento teórico que ha resultado ser práctico. Después, y debido a los buenos resultados, se creo una empresa –una «spin off»– que es la que se ha encargado de conseguir que un trabajo científico encuentre una utilidad para el público general», explica Soljacic.
«Hemos investigado cómo y en qué medida el fenómeno físico de los campos electromagnéticos resonantes podían dar vida a aparatos electrónicos localizados se emplearían para transferir energía de manera eficiente a lo largo de distancias no despreciables –entre dos y tres metros–, incluso en presencia de objetos extraños ambientales», señalaban los científicos en el trabajo publicado en «Annals of Physics» en 2007.
Años de trabajo
Justo un año antes, la revista «Science» se hacía eco de los primeros avances en este campo. En esta ocasión, la publicación daba a conocer la novedad del sistema. El equipo en el que formaba parte Soljacic, junto a Andre Kurs, Aristeidis Karalis, Robert Moffatt, J. D. Joannopoulos y Peter Fisher, demostró experimentalmete que era posible la transferencia eficiente de energía no radiante a distancias de hasta ocho veces el radio de las bobinas. «Hemos sido capaces de transferir 60 vatios con una eficiencia aproximada del 40 por ciento en distancias de más de dos metros. Se presenta un modelo cuantitativo que describe la transferencia de poder, lo que coincide con los resultados experimentales dentro de un cinco por ciento», manifestaban los autores.
Frente a la facilidad de transmisión de datos y voz mediante wifi, las ondas electromagnéticas tiene mayor capacidad para transferir la energía desde la fuente hasta el destino final. José Ignacio Alonso Montes, catedrático del Departamento de Señales, Sistemas y Radiocomunicaciones de la Escuela de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, apunta que a través del wifi no hay estudios claros que demuestren la untilidad comovectores de energía. Sin embargo, una empresa americana, RCA, propone una especie de cargador que convierte las ondas wifi en energía que transmite mediante USB al terminal. El invento fue presentado hace un año en el CES de Las Vegas, una de las citas más importantes del sector.
Sencillo, gracias a la ley física de la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Con este principio por bandera, un grupo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) consiguió hace unos seis años transmitir energía eléctrica a través de campos magnéticos a una bombilla de 60 vatios, que consiguieron encender sin ningún otro aparato adicional. Marin Soljacic, del Departamento de Física del MIT, fue entonces uno de los responsables de los buenos resultados del experimento. «Nosotros llevamos a cabo los estudios de laboratorio para probar este fundamento teórico que ha resultado ser práctico. Después, y debido a los buenos resultados, se creo una empresa –una «spin off»– que es la que se ha encargado de conseguir que un trabajo científico encuentre una utilidad para el público general», explica Soljacic.
«Hemos investigado cómo y en qué medida el fenómeno físico de los campos electromagnéticos resonantes podían dar vida a aparatos electrónicos localizados se emplearían para transferir energía de manera eficiente a lo largo de distancias no despreciables –entre dos y tres metros–, incluso en presencia de objetos extraños ambientales», señalaban los científicos en el trabajo publicado en «Annals of Physics» en 2007.
Años de trabajo
Justo un año antes, la revista «Science» se hacía eco de los primeros avances en este campo. En esta ocasión, la publicación daba a conocer la novedad del sistema. El equipo en el que formaba parte Soljacic, junto a Andre Kurs, Aristeidis Karalis, Robert Moffatt, J. D. Joannopoulos y Peter Fisher, demostró experimentalmete que era posible la transferencia eficiente de energía no radiante a distancias de hasta ocho veces el radio de las bobinas. «Hemos sido capaces de transferir 60 vatios con una eficiencia aproximada del 40 por ciento en distancias de más de dos metros. Se presenta un modelo cuantitativo que describe la transferencia de poder, lo que coincide con los resultados experimentales dentro de un cinco por ciento», manifestaban los autores.
Frente a la facilidad de transmisión de datos y voz mediante wifi, las ondas electromagnéticas tiene mayor capacidad para transferir la energía desde la fuente hasta el destino final. José Ignacio Alonso Montes, catedrático del Departamento de Señales, Sistemas y Radiocomunicaciones de la Escuela de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, apunta que a través del wifi no hay estudios claros que demuestren la untilidad comovectores de energía. Sin embargo, una empresa americana, RCA, propone una especie de cargador que convierte las ondas wifi en energía que transmite mediante USB al terminal. El invento fue presentado hace un año en el CES de Las Vegas, una de las citas más importantes del sector.
La tecnología «wireless» desarrollada por el MIT se basa en la inducción magnética, es decir, el proceso utilizado para recargar, por ejemplo, cepillos de dientes eléctricos. En el cepillo de dientes, la base tiene una bobina magnética que genera un campo magnético. Una segunda bobina en el cepillo que capta algunas ondas de campo, la inducción de una corriente eléctrica. En este caso, durante la carga no se necesitaría que se diese ningún tipo de contacto, «con lo que nos encontramos ante una mejor forma de inducción», sostiene Jason W. Fleischer, profesor asociado de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Princeton (EE UU), que está familiarizado con la tecnología. Así, utilizando este sistema, un propietario podía conectar una bobina de WiTricity en una toma en la sala de estar. A continuación, la aspiradora robótica a unos metros de distancia, también está equipado con una bobina integrada, podía recargar sin cables.
David Schatz, director de Desarrollo y Marketing de la corporación de WiTricity, la «spin off» del MIT, explica que «los dispositivos tan sólo tendrían que modificar la ‘‘carcasa’’ que cubre la batería para que ésta pueda absorber las ondas electromagnéticas que surtirán de energía al dispositivo, a través de la misma». Schatz espera que el sistema esté listo para llegar al consumidor final en 2013.
Pese al recelo que pueda causar este sistema, por la presencia de ondas electromagnéticas y su reprecusión en la salud, los científicos aseguran que, por el tipo de onda no radioctiva, es seguro para el ser humano. «La potencia se suministra de una manera no radiactiva, mediante el campo magnético cerca del cuál se mantienen en estrecha proximidad a los propios dispositivos. Ésta es una parte importante de la ciencia subyacente a los sistemas, y es una razón por la que son seguros y altamente eficientes», subraya Schatz.
Otros
Llegados a este punto, hay que destacar otras formas de recibir energía sin cables. Hay otro tipo fundamentales de carga inalámbrica: por inducción y por wifi. La carga inducida requiere un dispositivo, como un teléfono móvil, que es situado con precisión en la parte superior de la fuente de carga. «La mayoría de los productos disponibles de carga inalámbrica hoy en día se basa en esta tecnología que normalmente opera entre 100 y 300 KHz. Intel Wireless Charging está basada en resonancia que permite flexibilidad de posición entre el dispositivo y la fuente», explica desde Intel, Gary Matos, Mnager Estratégico de Planificación.
Esta simple diferencia ofrece nuevos usos móviles, como cargar un smartphone a través de un sistema Ultrabook. Y dado que Intel Wireless Charging opera a una frecuencia más alta, la antena y los componentes pueden ser mucho más pequeños. Así, pues Intel Wireless Charging funciona a 13,56 MHz la misma frecuencia que la tecnología NFC.
Cargadores por inducción de contacto
Mientras llega la propuesta de «Witricity», hay otras formas de liberarse momentáneamente de los cables. Una de ellas, ya desarrollada para los terminales Palm Pre, son las baterías de inducción. La gama de productos inalámbricos de Powermat, Duracell, hicieron su primera aparición en el CES de 2009, ya está disponible para su compra. El sistema es una especie de bandeja sobre la que se dejan los terminales y un receptor integrado bajo la cubierta para cargar un dispositivo portátil que le permite «alimentar» la batería sin tener que emplear cables, además se pueden cargar múltiples dispositivos simultáneamente. Los terminales deben tener una carcasa especial para recibir la energía. La empresa tiene diferentes tipos para todos los modelos de móviles del mercado. Esta opción estará disponible en una serie de Starbucks (17 establecimientos en total) en Boston (EE UU) para sus clientes, durante la campaña de Navidad. Una forma de ofrecer a los «cafeteros» algo más que café y wifi gratis, ahora, además, aprovecharán para «llenar» también el móvil. En este caso, será Starbucks quien deje a modo de préstamo la carcasa para cargar el móvil sobre las mesas y la barra(dotados de puntos de recarga). «Veremos si algunos los regalamos o sólo los dejamos», explica un portavoz en «Boston.com».
Mientras llega la propuesta de «Witricity», hay otras formas de liberarse momentáneamente de los cables. Una de ellas, ya desarrollada para los terminales Palm Pre, son las baterías de inducción. La gama de productos inalámbricos de Powermat, Duracell, hicieron su primera aparición en el CES de 2009, ya está disponible para su compra. El sistema es una especie de bandeja sobre la que se dejan los terminales y un receptor integrado bajo la cubierta para cargar un dispositivo portátil que le permite «alimentar» la batería sin tener que emplear cables, además se pueden cargar múltiples dispositivos simultáneamente. Los terminales deben tener una carcasa especial para recibir la energía. La empresa tiene diferentes tipos para todos los modelos de móviles del mercado. Esta opción estará disponible en una serie de Starbucks (17 establecimientos en total) en Boston (EE UU) para sus clientes, durante la campaña de Navidad. Una forma de ofrecer a los «cafeteros» algo más que café y wifi gratis, ahora, además, aprovecharán para «llenar» también el móvil. En este caso, será Starbucks quien deje a modo de préstamo la carcasa para cargar el móvil sobre las mesas y la barra(dotados de puntos de recarga). «Veremos si algunos los regalamos o sólo los dejamos», explica un portavoz en «Boston.com».
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